Querido lector…
¿Suena bien? Pues
solo puedo llamarte así
porque eres del afortunado 83% de gente que posee
este don, espero que no lo desaproveches, cada vez que veo a alguien que lo
hace os prometo que muero un poco por dentro.
Ahora, si no es mucha molestia, imagina una
idea… Puede ser grande, pequeña,
redonda, cuadrada, fea o bonita, puede tener cadera ortopédica e incluso si me apuras puede ser de
esas que cambian el mundo que nos rodea… Puede ser cualquier cosa porque no tiene
límites, si, exactamente,
como la paciencia de tu madre.
Enhorabuena, ¿ha sido niño
o niña? La verdad, no
creo que haya sido nada, has pasado rápido por encima de este montón de letras, como siempre lo haces, no te fijas ni te paras porque
la experiencia nos dice que al que se queda quieto se lo meriendan…
Llevas mucho tiempo sin pisar el freno y
agradecer las cosas que das por sentadas, que por cierto se llaman así porque te sientas
encima de ellas a retozar como si fueran tuyas cuando no puedes estar más lejos de la realidad… No son tuyas, y si
lo son, ten la certeza de que algún
día no lo serán, despierten señoras y señores, practiquen un poco más de gratitud, ese deporte infravalorado que nos obliga a
rebajarnos y reconocer lo que hacen bien los demás.
“Te prometo la felicidad,
simplemente agradécela” Gandhi
Siete letras, palabra llana donde las haya,
del latín gratia, derivada
de gratus, que no significa otra cosa que honra o alabanza, la llave de la
felicidad que todo el mundo busca y pocos encuentran; la gente mete en su
mochila dinero para comprar, meten zapatos para caminar, a algún loco incluso se le ocurre meter hasta
un libro para leer… Pero últimamente pocos
llevan en su boca esa sonrisa (fiel compañera de batallas y andanzas) y esta idea que es la que te llevará donde quieres ir.
¡Mi reino por un
gracias!
Mi amigo Gandhi y un servidor, os lo
prometemos de todo corazón,
es más, si no quedáis satisfechos nos comprometemos a
devolveros todos los gracias que abonéis, sin intereses. No nos responsabilizamos del mal uso, recuerda,
los gracias no se escupen, se dejan suavemente y con cariño.
Por favor, párate en seco o en mojado, pero para y agradece todo lo que no
tienes porque le da valor a lo que crees tener.
Atentamente, El Universo.
P.D: Abajo pondrá que lo ha escrito un leopardo pero he
sido yo, El Universo, por dios que tontería, un leopardo escribiendo, ¿qué será lo siguiente, alguien
dando las gracias?
¡Ah! Y otra cosa,
gracias por aprovechar vuestro don.
LEOPARDO FRÍO