Pero qué fácil es sentarse y escribir cuando todo va bien, cuando la vida te sonríe y estás orgulloso de ser optimista, es más, tachas de “pobresillos” a las personas que ven las cosas más negras que tu, escribiendo desde una atalaya, mirando por encima de los demás…
Una dosis de realidad, por favor, esto se nos está descontrolando; no podemos empezar a depender de que alguien escriba algo inspirador para mover nuestro gordo culo de vuelta al trabajo, de vuelta a la vida que nosotros mismos tenemos la obligación de vivir y construir.
Este problema empieza a tornarse en “droga” y nosotros en enjutos yonkis en busca de su motivación diaria, a expensas de que alguien tenga el día bueno y consiga inspirarnos.
Este es un mundo que debemos construir entre todos; atravesaremos momentos buenos y malos; con suerte en la mayoría de ellos estaremos acompañados, arropados por aquellos más cercanos… Pero no dejemos de luchar ni supeditemos toda nuestra vida a lo que otros tenga a bien decirnos, debes vivir tu vida…
LEOPARDO FRÍO
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