Queridos lectores: la figura del “héroe” en todas las historias es universal con independencia de épocas y culturas. Todos los relatos son el mismo relato a través de infinitas versiones. Ese “héroe” adopta una cara diferente según la historia de que se trate. Y para rematar, atraviesa siempre las mismas fases de un ciclo denominado “viaje del héroe”.
Las imágenes de la versión básica, héroes jóvenes que reciben espadas mágicas de manos de sabios magos para luchar contra dragones en cuevas profundas, no son más que símbolos.
Esta teoría fue formulada por el estadounidense Joseph Campbell en su libro “El héroe de las mil caras” publicado en 1949 y que ha causado un gran impacto en el arte de narrar historias. La tesis que desarrolla es sobre el tema más frecuente en la tradición oral y en la literatura editada: el mito del héroe. En su estudio descubrió que, en el fondo, todos los mitos responden a la misma historia, contada una y otra vez en infinitas versiones, que en el arte de narrar historias, deliberadamente o no, se siguen las antiguas fórmulas del mito, y que todas las historias pueden ser entendidas en términos de mito heroico.
Los relatos construidos sobre el modelo del mito del héroe poseen un atractivo que puede ser experimentado por cualquiera y reflejan las preocupaciones básicas. Todos ellos se hacen las mismas preguntas: ¿Quién soy? ¿De dónde vengo? ¿A dónde voy tras la muerte? ¿Qué es bueno y qué es malo? ¿Cómo será el mañana? ¿A dónde se fue el ayer? ¿Hay alguien ahí fuera? Los principios encerrados en la mitología, descubiertos por Campbell, pueden servir para entender casi todos los problemas humanos. Es un instrumento poderoso para una conexión efectiva con el gran público.